Psicoterapia Adultos en Barcelona

En no pocas ocasiones, hemos observado a diferentes personas de nuestro entorno.

Algunos parecen felices, contentos con sus trabajos, enamorados de su pareja, con una vida a simple vista, perfecta. Nos dan esa imagen de fortaleza y de que nada les puede afectar tanto como para que se derrumben, aunque detrás de toda esta impresión puede haber una persona que está pasando por una mala época, un bache económico e incluso emocional y no darnos cuenta.

Estas personas nos muestran que se puede disfrutar de las pequeñas y grandes cosas que nos ofrece la vida, salvando los baches y obstáculos que en ella vayan apareciendo. Tienen una capacidad especial para afrontar los problemas que van sucediendo.

Otras, en cambio, son incapaces de afrontar los problemas con la misma habilidad, aun siendo personas que disfrutan de buena salud, tienen personas alrededor que les quieren, un trabajo gratificante e incluso bien remunerado; sufren graves depresiones, estados de ánimo variables, desarrollan algún tipo de fobia y nadie se explica cómo puede ser. Podríamos decir que lo tienen todo y sin embargo sufren tremendamente.

Como podemos observar, la forma de ver la vida varía según con las gafas con las que la miremos y tenemos que tener presente que cada problema es diferente según quién lo padece y según sus experiencias y vivencias personales.

Muchos de los adultos que acuden a un profesional ya han intentado previamente solucionar lo que ellos perciben como problemas. La dificultad de encontrar las soluciones adecuadas suele ser la razón principal que les lleva a acudir a un psicólogo.

Es habitual que los problemas aparezcan porque la persona no encuentra la forma de afrontar sus dificultades y porque intentan solucionar las situaciones conflictivas repitiendo el mismo patrón que se ha demostrado ineficaz.

Los motivos de consulta más habituales son:

En esta etapa es en la que normalmente suelen aparecer los primeros conflictos psicológicos.

Mi labor profesional se centra en orientar y asesorar tanto al adolescente como a sus familiares, en prevenir aquellos trastornos que son más recurrentes y en ofrecer la intervención clínica que más se adecúe al paciente.

Las dificultades que con más frecuencia me encuentro en consulta son: