El trastorno del espectro autista
El trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), son dos trastornos del neurodesarrollo diferenciados, pero que comparten alguna sintomatología pudiendo diagnosticarse por separado o de forma conjunta.
El TEA afecta a la comunicación, a la interacción social y al comportamiento basado sobre todo en la rigidez tanto conductual como de pensamiento.
Estos pacientes presentan un lenguaje peculiar con una mímica facial algo plana, una baja interacción social o dificultades para interpretar las normas sociales, tienen intereses muy profundos cuyo conocimiento y aprendizaje llevan hasta el extremo, son muy rígidos de pensamiento y pueden presentar hipersensibilidad a la temperatura, sonido, luz, texturas, etc.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad
El TDAH se caracteriza por la dificultad para concentrarse cuando la tarea no les motiva, pero hiperfocalizan cuando la tarea les entusiasma. Prestan una atención excesiva a todo sin saber qué es prioritario, les atrae la novedad y se interesan por muchas actividades, pero no acaban ninguna. Pueden tener una actividad excesiva en el caso de tener sintomatología hiperactiva, etc.
La sintomatología que pueden compartir es:
- Agitación
- Hiperfocalización
- Dificultad para conciliar el sueño
- Rígidos de pensamiento con una baja flexibilidad cognitiva
- Dificultades en el control de los impulsos
- Dificultades con la percepción del tiempo
- Pensamiento creativo