Tanto yo como otros compañeros estamos observando un auge en los diagnósticos en las personas adultas. ¿A qué se debe?, creo que cada vez hay más información de diferentes trastornos, sobre todo, TDAH, dislexia y TEA. Muchos de estos adultos son padres y si a alguno de sus hijos se les ha realizado un diagnóstico en cualquiera de estos 3 trastornos, empiezan a surgir las dudas porque en muchos aspectos se ven reflejados. Otros lo necesitan porque están en un proceso psicoterapéutico y quieren profundizar más y otros simplemente quieren conocerse un poco más.
Diagnóstico de transtornos en adultos
Los diagnósticos en niños y en adultos varía, ya que la sintomatología puede ir evolucionando a medida que nos hacemos mayores. Los criterios diagnósticos son los que son, pero hay mucha semiología que tenemos que tener en cuenta.
Muchos adultos han venido a mi porque sospechaban de un trastorno X y al hacer toda la exploración ha habido sorpresas.
Tanto los trastornos del neurodesarrollo, como los trastornos de personalidad no se pueden eliminar, pero si tratar. Y hay similitudes y comorbilidades entre algunos trastornos dentro de estas dos categorías, neurodesarrollo y personalidad.
En la edad adulta hay que hilar muy fino para saber exactamente qué es lo que el paciente presenta.
Pensar que tenemos “algo”, buscar en internet, identificarnos absolutamente y ya estar seguros de que presentamos “ese” trastorno se aleja mucho de la realidad. Si fuera tan fácil, los psicólogos o neuropsicólogos especializados en el diagnóstico, no existiríamos.